Tito Lupa Condori, el minero con quien Ciro Castillo-Rojo se encontró y conversó cuando junto a Rosario ascendía el cerro Fortaleza, desmintió categóricamente a Rosario Ponce.
Fue luego de que el martes último Rosario le dijo al fiscal Jean Frank Zegarra que con Ciro llegaron a la zona conocida como La Ventana y en ese punto ya se sintieron perdidos. Es, a su entender, este el motivo por el que la joven no quiso avanzar más y abortó la diligencia judicial.
Tito Lupa destapó una mentira más. Reveló que en ese punto que señaló Rosario nadie puede perderse, porque se ve claramente el camino hacia Malata Vieja, la senda que lleva de regreso a Madrigal y el mismo pueblo.
Además, contó que el primer día de caminata de los jóvenes, se encontró y conversó con Ciro y éste le dijo que quería llegar a Tapay. El minero le recomendó que primero llegue hasta el sector de La Casita, allí pase la noche y luego tome el camino conocido a Tapay.
Reveló además que al día siguiente (2 de abril) volvió a encontrarse con Ciro cuando junto a Rosario volvía de La Casita y hasta se saludaron levantando la mano ambos. Esta revelación contradice lo que sostuvo Rosario, que ya los dos se sen- tían perdidos.
Además pudo conocer un dato revelador y extraño. La integrante de Bomberos Unidos sin Fronteras BUSF, María Teresa Pillco Condori, dijo a la Fiscalía que le llamó la atención que el día que encontraron a Rosario, la joven se aferraba con uñas y dientes al canguro de Ciro, que como se recuerda fue entregado catorce días después que la rescataron. Este canguro contenía objetos personales de Ciro como su DNI.
"Nosotros le dijimos que nos dé el canguro para que esté más cómoda, pero ella no quiso, en todo momento se negó", dijo la joven bombera.
Además, reveló que el día del rescate, Rosario no mostró alegría, como es normal, sino se mostró fría. Tampoco era creíble que se haya arrastrado, como dijo, puesto que no estaba herida ni tenía rasguños en ninguna parte del cuerpo, pese a que esa zona está llena de espinas y rocas.
Los rescatistas dijeron que le ofrecieron agua y chocolates y extrañamente Rosario tampoco quiso recibirlos, aun cuando "estuvo nueve días sola y perdida" en el Colca, sin agua ni comida.
Pillco confirmó que, efectivamente, el día que la encontraron lo primero que preguntó fue ¿quién ganó las elecciones? y por su hijo Santiago.
Una vez más, la bombera dijo que Rosario les comentó que estuvo con Ciro hasta el 10 de abril (día de las elecciones) y que les dijo que Ciro estaba en la cima del cerro (en el lugar de las mochilas) malherido, con un brazo y una pierna rotos. Pero ahora Rosario lo niega todo y sigue sosteniendo que Ciro la dejó para ir a buscar las luces de Tapay el 5 de abril.
Tito Lupa destapó una mentira más. Reveló que en ese punto que señaló Rosario nadie puede perderse, porque se ve claramente el camino hacia Malata Vieja, la senda que lleva de regreso a Madrigal y el mismo pueblo.
Además, contó que el primer día de caminata de los jóvenes, se encontró y conversó con Ciro y éste le dijo que quería llegar a Tapay. El minero le recomendó que primero llegue hasta el sector de La Casita, allí pase la noche y luego tome el camino conocido a Tapay.
Reveló además que al día siguiente (2 de abril) volvió a encontrarse con Ciro cuando junto a Rosario volvía de La Casita y hasta se saludaron levantando la mano ambos. Esta revelación contradice lo que sostuvo Rosario, que ya los dos se sen- tían perdidos.
Además pudo conocer un dato revelador y extraño. La integrante de Bomberos Unidos sin Fronteras BUSF, María Teresa Pillco Condori, dijo a la Fiscalía que le llamó la atención que el día que encontraron a Rosario, la joven se aferraba con uñas y dientes al canguro de Ciro, que como se recuerda fue entregado catorce días después que la rescataron. Este canguro contenía objetos personales de Ciro como su DNI.
"Nosotros le dijimos que nos dé el canguro para que esté más cómoda, pero ella no quiso, en todo momento se negó", dijo la joven bombera.
Además, reveló que el día del rescate, Rosario no mostró alegría, como es normal, sino se mostró fría. Tampoco era creíble que se haya arrastrado, como dijo, puesto que no estaba herida ni tenía rasguños en ninguna parte del cuerpo, pese a que esa zona está llena de espinas y rocas.
Los rescatistas dijeron que le ofrecieron agua y chocolates y extrañamente Rosario tampoco quiso recibirlos, aun cuando "estuvo nueve días sola y perdida" en el Colca, sin agua ni comida.
Pillco confirmó que, efectivamente, el día que la encontraron lo primero que preguntó fue ¿quién ganó las elecciones? y por su hijo Santiago.
Una vez más, la bombera dijo que Rosario les comentó que estuvo con Ciro hasta el 10 de abril (día de las elecciones) y que les dijo que Ciro estaba en la cima del cerro (en el lugar de las mochilas) malherido, con un brazo y una pierna rotos. Pero ahora Rosario lo niega todo y sigue sosteniendo que Ciro la dejó para ir a buscar las luces de Tapay el 5 de abril.

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