
Aun cuando se trata de las tradicionales lluvias de San Andrés, o lluvias de verano, después de muchos años se advirtió una precipitación tan copiosa y persistente, obligando a los establecimientos comerciales al cierre de sus puertas antes de la hora prevista y los trabajadores debieron lidiar frente a la gran acumulación de agua para retornar a sus domicilios.
Si las edificaciones y construcciones modernas se ven en aprietos para poder evacuar los volúmenes de agua, la situación se torna mucho peor en los Asentamientos Humanos, en donde las viviendas construidas en base a palos y esteras no pueden soportar la caída del agua y deben hacer enormes esfuerzos para poder protegerse.
Las lluvias se iniciaron el pasado fin de semana y se sucedieron durante todas las noches, empero, la de ayer Martes fue la más fuerte y perjudicial.
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